sábado, 1 de febrero de 2020

FRANKENSTEIN (Mary Shelley)





Durante una visita de Mary Shelley y su esposo Percy Bysshe Shelley, a la residencia de Lord Byron en Suiza durante el año 1816 (el año sin verano) éste reta a los Shelley y otro invitado John Polidori, a manera de entretenimiento, a que cada uno de ellos escribiese una historia de terror.

Fue durante ese reto que Mary Shelley concibió la idea, que después se convertiría en su novela Frankenstein o El moderno Prometeo.

Tras leer Frankenstein, no sabría decir si esta es una obra de terror. Puedo confirmar que no sufrí desvelos por pesadillas, pero si por la obsesión de seguir leyendo.

  

"Vos, mi creador, me odiáis. ¿Qué puedo esperar de aquellos que no me deben nada?"


Prometeo en la mitología griega es un titan recordado por haber robado el fuego de los dioses y haberlo regalado a la humanidad. Quizás un poco menos conocido es el hecho de que Prometeo no tenía mucho respeto por los dioses y que en una ocasión engañó a Zeus al realizar el sacrificio de un gran buey. Prometeo dividió en dos partes el sacrificio: en una parte envolvió la carne y las vísceras con la piel; en la otra puso los huesos pero los cubrió de apetitosa grasa. Zeus debió elegir entre las dos partes, cuál comerían los dioses y cuál los hombres. Dejándose llevar por la apetitosa grasa (quien lo culparía ¿no?)  Zeus eligió la parte con los huesos. Desde entonces los hombres queman en los sacrificios los huesos como ofrenda a los dioses, y mientras ellos comen la carne.

El robo del fuego de los dioses, le acarreó como castigo a Prometeo el ser encadenado y sufrir el tormento de que diariamente un águila enviada por Zeus comiera el hígado de Prometeo. Siendo un titán, Prometeo era inmortal y por lo tanto su hígado se regeneraba en las noches, y así se repetía el mismo tormento diariamente.

El hilo que conecta la figura con Prometeo y la del doctor Victor Frankenstein es el deseo de hacerse con un poder que pertenece a lo divino. En el caso de Víctor Frankenstein, el poder crear a vida.

Es justo indicarles que a partir de este punto encontrarán el tan odiado "spoiler", así que si no has leído esta novela y quieres ir a ciegas entonces es mejor que no continúes y si eres de los que no le importa entonces continuemos.




La historia inicia con una expedición al Polo Norte de Robert Walton. Éste en sus cartas a su hermana Margaret y en las entradas de sus diarios, nos relata sus vivencias y como durante el viaje se encuentra una extraña criatura y posteriormente cómo rescata del hielo a Víctor Frankestein.

Walton logra despertar confianza en Víctor, quien le relata el motivo por el cual se encontraba en esas inhóspitas tierras. 

Víctor le relata su tranquila y dichosa infancia y adolescencia junto a sus padres Alphonse y Caroline, sus hermanos menores Ernest y William y su prima Elizabeth.

La felicidad de la familia se ve frustada, cuando antes de partir Víctor, a continuar sus estudios a Ingolstadt, Elizabeth enferma de escarlatina y mientras es cuidada por la madre de Víctor, ésta se contagia. En su lecho de muerte, Caroline le confiesa que su sueño es que en un futuro Elizabeth y él se casen.

Tras la muerte de Caroline, Víctor finalmente parte a Ingolstadt viviendo ahí varios por años. Durante sus estudios, empieza a  obsesionarse con la idea de la esencia de la vida (esencia que finalmente descubre aunque Shelley  nunca llega a explicar en qué consiste ese conocimiento). 

Así armado con su descubrimiento, en soledad y aislamiento, empieza a crear a su criatura a partir de partes robadas de cuerpos, dotándolo de una gran altura (2.5 metros) así como una descomunal fuerza.  Finalmente logra que la criatura viva.



A diferencia de la película de 1931,  no vemos a un Víctor Frankenstein exhaltado y gritando fuera de sí "it's alive!". Por el contrario, éste queda horrorizado por su obra y huye preso del terror.

La criatura desparece y Víctor sufre al pensar en el monstruo que ha liberado en el mundo. Tiempo después llegan tristes noticias de que su hermano William ha sido asesinado.  Las pesquisas llevan al arresto y juicio de una joven llamada Justine

Justine fue una chica protegida por Caroline. Justine adoraba a Caroline y por eso la familia no puede concebir que ella pudiese asesinar al pequeño. La prueba condenatoria es que a Justine la encuentran con un collar con el retrato de Caroline, perteneciente a Elizabeth quien se lo había prestado al pequeño. Cuando este fue asesinado el collar había desaparecido. Justine, incapaz de explicar cómo el collar apareció en sus ropas, es finalmente condenada y ejecutada.

Víctor tiene la sospecha que su criatura se encuentra detrás del asesinato de William y sufre al pensar que es responsable por la muerte de su hermano y de una chica inocente.




"Odioso día en el que recibí la vida! –– exclamé desesperado––. ¡Maldito creador! ¿Por qué creaste a un monstruo tan horripilante, del cual incluso tú te apartaste asqueado? Dios, en su misericordia, creó al hombre hermoso y fascinante, a su imagen y semejanza. Pero mi aspecto es una abominable imitación del tuyo, más desagradable todavía gracias a esta semejanza. Satanás tenía al menos compañeros, otros demonios que lo admiraban y animaban. Pero yo estoy solo y todos me desprecian."


Tras esos eventos, es aquí donde Shelley  nos introduce la historia de la criatura o el monstruo (nunca se le da un nombre). 

La criatura cuenta a Víctor lo que fue de su vida tras escapar y como su apariencia aterrorizaba a las personas por lo que debió permanecer oculto. Finalmente logra esconderse en el granero de una familia de emigrantes, de quienes aprende el idioma y adquiere conocimientos sobre las personas.

El monstruo desea pertenecer y sentirse amado por alguien, pero cuando finalmente la familia (a quien el monstruo considera como sus benefactores y buenas personas) lo descubre tienen la misma reacción de horror, rechazo y violencia en su contra. 

Eso mata los sentimientos de bondad del monstruo y culpa a Frankestein de su infortunio y por haberlo abandonado en un mundo en el cual no él no tiene lugar.

El monstruo confirma que un día se encontró con su hermano y pensando que tratándose de un niño pequeño podría acostumbrarse a vivir con él y asi tener  compañía.

El niño en su lucha, le grita que su padre el juez Frankestein lo castigaría. Descubriendo el vínculo entre el niño y su creador, el monstruo mata al pequeño. Igualmente confiesa que fue él quien escondió el collar de William en el bolsillo de Justine.

Tras escuchar escuchar la historia de la criatura y los argumentos de éste,  Víctor accede a crear una compañera para el monstruo bajo la promesa de que ambos desaparezcan y no vuelvan a cruzarse con persona alguna.


Tú eres mi creador, pero yo soy tu dueño: ¡obedece!


Pasa el tiempo y Víctor pretende mantener su promesa para con el monstruo. Pero conforme sigue trabajando en ello el temor que esta nueva criatura se vuelva una asesina igual que su anterior creación y cosas peores, Víctor destruye lo que había hecho. 

Esto llena de odio a la criatura quien jura vengarse con esta venganza "estaré a tu lado en tu noche de bodas":

Tras asesinar a un amigo de Víctor el monstruo desaparece.  Víctor decide casarse con Elizabeth, pensando que ese día el monstruo lo mataría y así terminaría el tormento.  Para desgracia de Víctor, la criatura  cumple su amenaza mas no como él esperaba, siendo que el monstruo asesina a Elizabeth en su noche de bodas.

Tras la muerte de Elizabet,  Alphonse entra en una gran depresión y muere al poco tiempo.  Se inicia así la persecución del monstruo para destruirlo, y esa persecución lo lleva al polo norte en donde fue rescatado por Walton.

Tras terminar su relato a Walton, éste le confirma a Víctor que efectivamente han visto a esa criatura. La salud de Víctor es cada vez más débil y en su lecho de muerte le ruega a Walton que termine con su misión de destruir al monstruo. Finalmente Víctor Frankestein muere. Un día después, Walton encontró al monstruo sobre el ataúd de Víctor rogándole le perdonara por sus acciones. 


La novela finaliza con el monstruo diciéndole a Walton que iría al polo norte donde se quemaría hasta que no quedara rastro alguno de él y fue entonces cuando saltó del barco y desapareció.




Frankestein logró mantener mi atención y si bien disfruté enormemente con la historia.

No obstante, mi calificación para la obra es un 4 de 5 por unos pequeños detalles (detalles que no de meritan la obra pero que a mi gusto la dejan imperfecta)

- Mary Shelley  nunca indica cómo es que el monstruo obtiene la vida, simplemente señala que Víctor descubre el secreto de la vida pero nada más, y ese es un gran vacío en el argumento de la historia (pese a que ella con su narrativa muy hábilmente logra distraer al lector de ese hecho)

- Nunca supimos que fue el otro hermano menor de Víctor, llamado Ernest, por lo que queda ese cabo sin atar.

- Y lo último es que el final del monstruo lo sentí demasiado simple.


Algo que me sorprendió de la novela es que Frankestein no es ese científico loco que Hollywood retrata. 

Por el contrario, era un hombre sensible, brillante pero  incapaz de enfrentarse a las responsabilidades y consecuencias por su creación.  Esa cobardía y temor ocasionó la destrucción de su muy amada familia y la propia, así como el dolor que su criatura debió padecer por su abandono.

Por otro lado el monstruo se nos presentó como un ser inocente que pronto descubre el rechazo de un mundo en el cual no tiene cabida. Es imposible no empatizar con su dolor y su deseo de ser amado, y sufrir al ser testigos de como el odio lo consumió hasta convertirlo en un asesino.

Si tienen oportunidad de leer esta magnífica obra, no lo dudes: lo vas a disfrutar y te hará reflexionar.

Sólo como un dato, yo leí la versión de 1818. Tengo entendido que hay diferencias entre las versiones de 1818 y 1836 (por ejemplo en la de 1818 Elizabeth es prima de Víctor pero en la de 1836 es una chica que su madre acoge en su hogar). Para que tomen eso en cuenta.

Espero hayas disfrutado este viaje y acompáñame a otros más.


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